31 de enero de 2020
El edificio se alzaba imponente,
los ladrillos lo enlazaban, hambrientos
con ansias de pensamiento.
Guiñaba sus ojos ante el sol,
sumiéndose en la oscuridad interior.
Cueva vampírica donde habitaban murciélagos,
estos incapaces de mantenerse silenciosos,
movían sus alas, dotándole de vida con desgana.
Rojo hambriento, pensamiento
Oscuro pero añejo
más listo que un conejo.
Retiene el tiempo,
está inmóvil, allí quieto.
Perfecto, estructurado,
aguarda dudas perdidas, amontonadas
casa de almas desoladas
cobijo de esperanzas, lloros
y tardanzas.
¡ROJO, HAMBRIENTO, PENSAMIENTO!
Mi edificio, ¡ojalá eterno!
Te dejaré atrás por mucho tiempo,
aunque siempre tendrás,
mis preciados pensamientos.
Dedicado a mi instituto <3
No hay comentarios:
Publicar un comentario