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lunes, 31 de mayo de 2021

EL SUEÑO SIN COLOR

 EL SUEÑO SIN COLOR

 

Y salió de una alcantarilla, el duende de mi habitación que me traía dulces todas las mañanas, una alcantarilla roñosa y mal oliente, una alcantarilla llena de ratones y enfermedades, pero el duende era brillante, relucía como la luna y tenía unos ojos morados llenos de resina tóxica. El duende de la alcantarilla, que reside ahora debajo de mi almohadón ya no trae dulces, ahora es un tostón. Llueven cristales rotos y nievan tizas de pizarrón, y viene el duende verde a por mi alma de ron, porque de alcohol lleno mis venas y de gusto muere la emoción, porque consume el duende verde toda mi alegría de un sopetón.

Veo las imágenes rojas, de un verde bosque y de un azul pasión, veo luces de coche que chocan con mi Anorak de piel de armazón, y las luces que una vez reproducían sombras bailarinas que rondaban mi corazón, se desvanecen ahora en una imagen negra sin luces y sin color. Veo todo negro, veo negro, negro, negro, negro, se juntaron las lagrimas rojas y el duende verde y ahora ya no siento mas que la voz del monstruo de ojos morados, que me encandilaba con dulces y ron, el duende que chupó toda mi emoción.

Fluye el tiempo sin percepción y detiene cualquier color, ya no hay esperanza ni verde que revista mi corazón, ya no existe el luto que vestía aquel camastrón, ni las figuras amorfas que dormitaban en la ventana grande de mi habitación. Entre tanta oscuridad encontré la metáfora de mi sueño, mientras despejaba las tinieblas de mi ojos y quitaba las telarañas de mi tazón, crujían mis huesos que titilaban en polvo añejo y resbalaban los gusanos blancos que ruñían toda mi carne de algodón, quise gritar pero estaba muda, quise gritar cien mil luces de color, pero estaba totalmente inmovilizada en un cajón marrón. 

Y lloré por los rosas pálidos que el verde consumió, y gemí por la luz del sol que solía entrar en mi habitación, y extrañé las mil mariposas que observaba en el bosque de la razón. Por mis venas ya no fluye el ron, ya no hay aditivo que ilumine la sin razón, ya no vuela el duende verde con los dulces, aquellos dulces que consumieron el color, la vida y mi ilusión, dulces de culpa, dulces amargos, dulces que nunca debí haber probado.

 

Me arrepiento de haber causado aquel revuelo de luces, vago por la oscuridad infinita que me priva del color, llorando por mi volátil vida que vale más que un duende fanfarrón, no tengo velas que iluminen mi camino sin fin, no tengo soporte que cargue con el peso de mi inexistente dolor, ya no tengo venas, ya no tengo cuerpo, en mi solo hay dolor. Y recuerdo aquel día en el que le hice caso al duende de mi habitación, recuerdo la luz verde saliendo de la alcantarilla del rayo de sol, recuerdo sus ojos morados punzando mi débil tazón y recuerdo todas las luces que vi de sopetón y me arrepiento, pero ya no hay retracción, solo puedo contemplar recuerdos de un personaje invisible que existió según las leyes de mi razón, ya ni si quiera tengo pruebas de mi mera existencia, ya no se si pienso, ya no se que hago porque ya no percibo el color. 

Quiero despertar de este sueño sin color, quiero hacerlo, pero no puedo, porque nunca existió, porque las teclas de mi ordenador se desvanecen al ritmo del segundo que corre en una misma dirección, y ya no hay rayo de sol, ni alcantarilla ni duende burlón, ya no hay dulces que se funden el mi copa de ron, ahora estoy yo, cara a cara con el color, que se filtra desde la misma imagen reflejada en el espejo de la ilusión, el truco de la vida, que se esconde en la caverna de Platón.



Buenas buenas, este es un relato que escribí en la madrugada de noviembre de año pasado para el concurso de relato breve de mi universidad, obviamente no ganó, pero pensé que podía compartirlo en aqueste blog con mis lectores curiosos. Un beso a todos y que tengáis un buen dia. 

jueves, 20 de mayo de 2021

20 de mayo de 2021

20 de mayo de 2021


Porque hoy me encuentro entre brumas
y la pluma me llamaba. 
Porque quiero escribir poemas
y no me siento inspirada.

Quiero llorar y no puedo,
quiero sentir y me desvanezco
quiero quererme 
quererme, pero no puedo.

Hace ya tiempo que imagino
el fluir de mi pluma en tu abrigo
y suspiro
suspiro por los versos que no te escribo,
por las palabras que no digo
y los sentimientos que reprimo.

(Me) Imagino
que existo en un mundo
un mundo en el que fluye la tinta
en el que me siento distinta
y resista;
Me resista a esa mirada embriagadora,
suspicaz y abrumadora
y en mi mente vuelen los peces de repente
y pueda expresar (al fin)
los colores que siento,
las miradas al viento
y el correr del tiempo.

Porque hoy al menos siento 
y sé que no me arrepiento.


Buenos días lectores curiosos, aunque solo mi gata este leyendo esto, Hola Salem, se que eres lo suficientemente inteligente para entender lo que escribo y digo, en fin. Buenas, me reporto por aqueste blog abandonado en el que han empezado a crecer enredaderas y le han salido telarañas y polvo, espero os guste mi poema, esta un poco seco pero hace tiempo no escribo, y quería escribir, quería volver a ocultarme entre versos, aunque malos pero al menos quería exponerlos. Os mando besos, arcoíris y unicornios a todos, aunque suene empalagoso, nunca está de más volver a las viejas costumbres de despedida.

Este poema te lo dedico a ti, lector curioso, que has decidido entrar y ojear por este lugar solitario en el que mi gata decide pasearse de cuando en vez, quiero que sepa que le agradezco de mil amores que haya gastado de su preciado tiempo leyendo aunque sea este mísero poema, le doy un beso y que tenga un buen día.

Te Ofrezco

 Te ofrezco  Te ofrezco mi poesía, canticos alegres  de una vida atardecida. Te ofrezco las palabras, entonadas en las mil y una noches, del...